Yo me había comprado un libro, "Los ojos del perro siberiano".
Estaba dispuesto a leer el libro sentado en uno de los bancos que dan al lago del parque. Pero mi atención fue a parar a esa muchacha de ojos marrones, cabello lacio hasta los hombros y de color negro, algo rellena. Dios mío, como me atraía esa muchacha.
Me nuevo objetivo era entablar una conversación con ella.
Es más, estaba pensando sobre que podía hablarle.
De la nada noté que tenía en su remera un cita de un libro, ¡LOS OJOS DEL PERRO SIBERIANO!. Mi libro favorito.
Me acerqué, algo tímido le dije 'que linda remera'.
Ella de forma tajante me respondió 'gracias, ¿necesitas algo?'.
Esa frialdad me atraveso como una bala de largo calibre. ¿Por qué había pasado esto? .
Hola, Max. Como diría un amigo: "¡Qué pedazo de m..., esa chica!
ResponderBorrar